dimecres, 10 d’abril del 2019

Declaració del MTCE davant les Eleccions Europees del maig de 2019

 

El MTCE (Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa) es una coordinación de movimientos de trabajadores cristianos de 10 países europeos, que lucha a favor de una Europa socialmente justa a partir del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia. Con vistas a las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar del 23 al 26 de mayo de 2019, presentamos nuestras principales reivindicaciones. De este modo, cumplimos con nuestra responsabilidad como ciudadanos de la Unión Europea (UE) aportando nuestro punto de vista de trabajadores y trabajadoras cristianos.

El criterio de toda acción política

El fundamento de nuestras posiciones es la dignidad de cada persona y nuestra condición de hijas e hijos de Dios. La política a todos los niveles debe proteger esta dignidad y promoverla, que, para los cristianos, es una exigencia del Evangelio.

Consecuencias y sugerencias

Consideramos las siguientes demandas, de vital importancia para el desarrollo de nuestras sociedades en el contexto europeo:
  • • La dimensión social de la UE debe obligar a los Estados miembros a que hagan justicia a cada ser humano concreto con sus preocupaciones y necesidades, ya que más de 120 millones de personas en Europa corren el riesgo de caer en la pobreza y la exclusión social. La dignidad de cada una de estas personas nos exige una respuesta urgente.
  • • Como sugiere la Comisión Social de la COMECE (Comisión Europea de Conferencias Episcopales) en su documento de noviembre de 2018, "Modelar el futuro del trabajo", pedimos el esfuerzo de todos para configurar el trabajo de acuerdo con los criterios de la dignidad humana (condiciones laborales justas, ingresos dignos, horarios de trabajo equilibrados), de la sostenibilidad (asumir nuestra responsabilidad a través de la acción ecológica), la cogestión a través del diálogo social y la participación de todos en el proceso de trabajo.
Proponemos
  • • La creación y el mantenimiento de puestos de trabajo dignos, seguros y estables, como objetivo prioritario de la agenda política, porque los contratos de trabajo precarios impiden una planificación del futuro adecuada, especialmente en el caso de las generaciones más jóvenes.
  • • La garantía de una clara protección social y laboral de todos, incluyendo a los trabajadores “falsos autónomos”.
  • • La eliminación de la diferencia de remuneración entre hombres y mujeres por el mismo trabajo.
  • • Que la Unión Europea establezca normas para aliviar las peores formas de pobreza, que sufren un número cada vez mayor de ciudadanos. Una protección social adecuada es la mejor forma de luchar contra el nacionalismo xenófobo y el populismo.
  • • La formación permanente, especialmente en el campo de la digitalización para poder acceder más fácilmente al trabajo.
  • • Que se garanticen los períodos de descanso y la conciliación de la vida laboral y familiar. El domingo libre de trabajo es un requisito indispensable para una vida familiar adecuada.
  • • Adoptar medidas urgentes para proteger el medio ambiente. El concepto del crecimiento cuantitativo tiene que ser reemplazado por el concepto del crecimiento cualitativo.
  • • Una mayor justicia fiscal que asegure la redistribución y la equidad, que combata la pobreza y que asegure oportunidades para todas las personas, mediante la introducción de un impuesto sobre las transacciones financieras.
  • • Tomar medidas eficaces para garantizar que los bancos y las bolsas de valores estén al servicio del bien común, y para que las pérdidas no vuelvan a repartirse entre todos, mientras que los beneficios queden manos de unos pocos.
  • • Que la UE y sus Estados miembros reaccionen ante la difícil situación de los refugiados, que organicen su distribución justa por países, que creen formas legales de migración y que adopten medidas concretas para combatir las causas. La dignidad humana tiene validez universal y una política de rechazo no hace justicia a nuestra condición de hijos e hijas de Dios.
  • • Que se valore y promueva el compromiso de una sociedad civil activa que se informa y se organiza, generando así valores y actitudes para consolidar la democracia. Pedimos, que se promueva la participación activa de todos los ciudadanos en la construcción de la política y la toma de decisiones.
Con este manifiesto queremos contribuir a la construcción de Europa allí donde vivimos y desde la situación y la realidad concreta de cada uno. Queremos contribuir a elaborar un discurso político y social con criterios de paz, de diálogo y de cooperación.
                          
Bruselas, marzo de 2019