UN LLAMAMIENTO A LA NO VIOLENCIA ACTIVA
Víctor Codina sj.
Resumimos en forma de decálogo
el importante y novedoso Mensaje de Francisco para la Jornada mundial de la paz
del 1º de enero de 2017.
1. Vivimos en un mundo
fragmentado y violento, con enorme sufrimiento de guerras, terrorismo,
criminalidad, ataques armados impredecibles, abusos contra emigrantes, víctimas
de la trata, violencia doméstica, abusos a mujeres y niños, devastación del
medio ambiente.
2. La violencia no es la
solución para este mundo fragmentado ya que genera una espiral de conflictos
que lleva a emigración forzada, grandes cantidades destinadas a fines militares
(sustraídas de necesidades de jóvenes, familias y ancianos) y que en muchos
casos produce la muerte física y espiritual de muchos.
3. Frente a esta
situación se propone la no violencia activa como el estilo para una política de
la paz y como estilo de vida, una no violencia que no es desinterés y pasividad
sino solidaridad, generosidad, perdón, dedicación a cuerpos heridos y vidas
rotas.
4. Para los cristianos
el modelo de la no violencia es Jesús en sus enseñanzas (amar a los enemigos,
poner la otra mejilla, no lapidar a la adúltera, no desenvainar la espada de
Pedro) y en su vida hasta la cruz donde muere perdonando a sus enemigos.
5. Este ha sido el
camino de muchos cristianos que se han convertido en instrumentos de paz, como
Francisco de Asís, Teresa del Niño Jesús, la Madre Teresa, como los cristianos
que con su actitud no violenta y la oración contribuyeron a la caída de los
regímenes comunistas de Europa.
6. Pero la no violencia
no es algo exclusivo de los cristianos sino que es patrimonio de las religiones
de la humanidad, para las cuales la compasión y la no violencia son esenciales
y producen frutos impresionantes, como los éxitos obtenidos por Gandhi, Luther
King y Leymah Gboiwe con miles de mujeres liberianas. Ninguna religión es
terrorista, no se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia,
solo la paz es santa, no la guerra.
7. Si la violencia, como
todo lo malo, brota de dentro del corazón humano, hay que recorrer el sendero
de la no violencia en el seno de la familia que es el espacio indispensable
para aprender a cuidarse, superar conflictos, buscar el bien del otro, ejercer
la misericordia y el perdón.
8. De una familia así
constituida se propaga a la sociedad una ética de la fraternidad, la
coexistencia pacífica entre personas y pueblos, con respeto, responsabilidad y
diálogo sincero. Y aquí Francisco hace un llamamiento al desarme y a la
prohibición de armas nucleares.
9. La construcción de la
paz mediante la no violencia activa es el aporte de la Iglesia a la paz, un
aporte inspirado en las bienaventuranzas del Sermón de la montaña, sobre todo
la de los mansos, misericordiosos y pacíficos que trabajan por la paz y tienen hambre de justicia.
10. Aplicar las
bienaventuranzas en el desempeño de las responsabilidades de líderes políticos
y religiosos, instituciones internacionales y empresas es todo un programa y un
desafío. Esto implica aceptar el conflicto y resolverlo, transformándolo en
eslabón de un nuevo progreso. La no violencia activa demuestra que “la unidad
es más importante y fecunda que el conflicto”.
Cuando todavía resuena
el mensaje angélico de paz en la tierra, este puede ser un buen programa para
el 2017: apartar de nosotros palabras y gestos violentos y construir sociedades
no violentas que cuiden la tierra. Nada es imposible si nos dirigimos a Dios
con la oración. Todos podemos ser artesanos de la paz.