dijous, 19 de maig del 2011

Més sobre el Moviment 15 M



DEMOCRÀCIA REAL JA!

MANIFEST (CAT)

Som persones normals i corrents. Som com tu: gent que s’aixeca tots els matins per estudiar, treballar o buscar feina, gent amb família i amics, gent que treballa dur cada dia per viure i donar un futur millor als que ens envolten.

Uns ens considerem més progressistes, d’altres més conservadors. Uns som creients, d’altres no. Uns tenim ideologies ben definides, d’altres ens considerem apolítics. Però tots estem amoïnats i indignats pel panorama polític, econòmic i social que veiem al nostre voltant, per la corrupció dels polítics, empresaris, banquers… per la indefensió del ciutadà ras.

Aquesta situació ens fa mal a tots cada dia. Però si tots ens unim, podem canviar-la. És el moment de moure’s i de construir una societat millor. És per això que declarem fermament el següent:

Les prioritats de la societat han de ser la igualtat, el progrés, la solidaritat, el lliure accés a la cultura, la sostenibilitat ecològica i el desenvolupament, el benestar i la felicitat de les persones.
Hi ha uns drets bàsics que haurien de ser coberts en aquestes societats: el dret a l’habitatge, al treball, a la cultura, a la salut, a l’educació, a la participació política, al lliure desenvolupament personal i el dret al consum dels bens necessaris per a una vida sana i feliç.
El funcionament actual del sistema econòmic i de govern no atén aquestes prioritats i és un obstacle per al progrés de la humanitat.
La democràcia surt del poble (demos = poble, cracia = govern) així que el govern ha de ser el poble. Però en aquest país la major part de la classe política ni tan sols ens escolta. La seva funció hauria de ser portar la nostra veu a les institucions, facilitant la participació política ciutadana mitjançant línies directes i procurant el més gran benefici per al gruix de la societat, no la de enriquir-se i medrar amb el nostre esforç, atenent només als interessos dels grans poders econòmics i aferrant-se al poder mitjançant una dictadura partitocràtica encapçalada per les inamovibles sigles del PPSOE
L’ànsia i acumulació de poder en un grup reduït produeix desigualtat, crispació i injustícia. Això porta a la violència, que rebutgem. L’obsolet i antinatural model econòmic vigent bloqueja la maquinaria social en una espiral que es consumeix a ella mateixa enriquint a uns pocs i avocant a la pobresa i escassetat a la resta, fins al col·lapse.
La voluntat del sistema és l’acumulació de diners, premiant-la per sobre de l’eficàcia i el benestar de la societat, malbaratant recursos, destruint el planeta, generant atur i consumidors infeliços.
Els ciutadans formem part de l’engranatge d’una màquina destinada a enriquir una minoria que ni tan sols sap de les nostres necessitats. Som anònims, però sense nosaltres res d’això existiria ja que nosaltres movem el món.
Si com a societat aprenem a no confiar el nostre futur a una abstracta rendibilitat econòmica que mai s’aplica al benefici de la majoria, podrem eliminar els abusos i mancances que tots patim.
Es necessària una revolució ètica. Hem posat els diners per sobre de l’ésser humà i hem de posar-lo al nostre servei. Som persones, no productes de mercat. No sóc només el que compro, sinó que també importa perquè ho compro i a qui l’hi compro.

Per tot això estic indignat.

Jo puc canviar-ho.

Jo puc ajudar.

Sé que junts podrem.

Surt amb nosaltres. És el teu dret.

MANIFIESTO (CAST)

Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.

Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.

Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:

Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.

Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.

El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.

La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.

El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.

La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.

Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.

Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.

Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.



Por todo lo anterior, estoy indignado.

Creo que puedo cambiarlo.

Creo que puedo ayudar.

Sé que unidos podemos.

Sal con nosotros. Es tu derecho.

Més informació:

Acampada d'indignació




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La acampada del 15-M en la Puerta del Sol, el 18 de mayo de 2011 01
La Iglesia católica no es ajena al movimiento de protesta que recorre el país y se asienta, como símbolo, en la acampada de la madrileña puerta del Sol. Hay muchos católicos no sólo entre los participantes, sino también entre los organizadores de las manifestaciones del pasado día 15 y de las acampadas de Madrid y de otras ciudades españolas. Cristianos de parroquia, sensibilizados con lo social, y, sobre todo, militantes de los movimientos juveniles de Acción Católica. Unos y otros aseguran que se trata de "una protesta para buscar la dignidad" y hasta piden una mayor implicación a los obispos.
"Hay militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) participando activamente y apoyando las demandas del movimiento en diversas partes del país", asegura Saúl Pérez, presidente de la JOC. En parecidos términos se pronuncia María Ángeles Blázquez, la presidenta general de la Juventud Estudiante Católica (JEC): "Nuestros militantes están implicados en la organización de esta movida y, sobre todo, en la lucha por los ideales que la sustentan".
María Ángeles Blázquez siente "admiración ante las protestas y una sensación de ‘ya iba siendo hora' o de ‘menos mal' que por fin se ha producido la movilización social". Saúl Pérez también se muestra encantado con "una protesta que busca la dignidad y que está muy en línea con nuestra tarea y con nuestra misión dentro de la Iglesia y como seguidores del Evangelio de Jesús".
Según el presidente de la JOC se trata de "una reacción normal ante la situación social y laboral que estamos viviendo. Una reacción debida, en una parte, al desencanto hacia la clase política y, en la otra, a una protesta ante un sistema ineficaz en el ámbito social". Para la presidenta de la JEC, se trata de "dotar de valores éticos lo social y lo político y demostrar que los ciudadanos tenemos una responsabilidad que va más allá de los partidos políticos. Lo indignante era que nos pareciese normal vivir en estas condiciones".
El latido de los valores del Evangelio
Ambos dirigentes católicos coinciden en que en la base del movimiento del 15-M laten muchos de los grandes valores fundamentales del cristianismo. Y, como referentes inmediatos, señalan el libro de Stephane Hessel ‘Indignaos', la carta de José Luis Sampedro, el desencanto político y la búsqueda de protagonismo social y político de los jóvenes.