"La reforma agraria no debe hacerse con la intención de encontrar una salida al modelo económico capitalista que permita continuar su desarrollo y seguir acumulando y concentrando riquezas en pocas manos, ahora desde el sector industrial, comercial o financiero. Tampoco debe hacerse para volver a adormecer al campesino e impedir que siga organizando y aumentando su participación política, económica y social. La reforma agraria no debe hacer a los campesinos dependientes del Estado, sino que debe dejarlos libres frente al Estado." (1979)