divendres, 17 d’abril del 2015

Testimoni d'una jubilada

 
 
... La jubilación es júbilo, es alegría, es serenidad...
Yo estoy jubilada,en el cargo que tenìa en Educación Especial en Capital pero sigo trabajando en el cargo que tengo en la Escuela secundaria de la Provincia de Buenos Aires, pues trabajaba paralelamente en ambos cargos, pues podías jubilarte en ambos cargos, pues eran distintos distritos, y lo siguen siendo, pero ahora no podés tener dos jubilaciones y es injusto, pues te descontaron y te siguen descontando, cosa que me parece justa que si trabajas te realicen el descuento correspondiente, pero lo gracioso,más que gracioso injusto, es que al estar jubilada en el otro cargo, el acrecentamiento que te puedan realizar en tu jubilación, se realizará teniendo en cuenta el sueldo que tenías día y año en que te jubilaste,y no tu sueldo actual, pues quedaste tu sueldo quedó congelado, así que son chirolitas lo que te agregan a la jubilación, pero el descuento mensual que te realizan no está congelado, sino actualizado....
No se si me habré explicado bien...pero te comento que estoy apartando desde los 18 años y tengo 72, y siempre estuve en la jubilación de reparto, y nunca me pasé, por convicción, a la jubilación privada,que te prometían el oro y el moro, pero desprovistas de la solidaridad de la del reparto, y la gran mayoría de los empleados públicos o privados, se pasó a las mismas, felizmente ahora ya no existen, gracias a Dios...y existe la del reparto, pero sigue existiendo la injusticia en el seno de las misma, incluso las jubilaciones de privilegio de los políticos por ejemplo...o la de aquellas personas que nunca trabajaron en su vida, por ejemplo esposas de profesionales o empresarios, pero que tuvieron empleadas domésticas y otro tipo de empleados, en negro, y no les hicieron los aportes correspondientes, pero tanto las personas que trabajaron en negro,como aquellas que explotaron a los que trabajan en negro, y nunca trabajaron ni aportaron cobran los mismo como aquellos que trabajaron y aportaron durante treinta,cuarenta o cincuenta años... 
Si los que lo necesitan bienvenido sea que cobren las jubilación aunque no hayan trabajado ni aportado nunca, pero aquellos que la cobran y tienen de sobra recursos, creo que no es justo...
En este momento estoy recordando la parábola de los denarios, que me parece justa y misericordiosa...y me estoy diciendo que a mí misma que no me molestaría que cobraran la misma jubilación, aquellos que pudieron trabajar aunque sea un año, como los que tuvieron la dicha de trabajar cincuenta años... 
 
Besos, Lola

Àngel de Arriba: El testimoni de la Jornada Diocesana de Pastoral Obrera de Terrassa