divendres, 31 d’octubre del 2014

Discurs social



 
Discurso del Papa a los Movimientos Sociales

Vaticano 28 Octubre 2014

Buenos días de nuevo, estoy contento de estar entre ustedes, además les digo una confidencia, es la primera vez que bajo acá, nunca había venido. Como les decía, tengo mucha alegría y les doy una calurosa bienvenida.
Gracias por haber aceptado esta invitación para debatir tantos graves problemas sociales que aquejan al mundo hoy, ustedes que sufren en carne propia la desigualdad y la exclusión. Gracias al Cardenal Turkson por su acogida. Gracias, Eminencia por su trabajo y sus palabras.
Este encuentro de Movimientos Populares es un signo, es un gran signo: vinieron a poner en presencia de Dios, de la Iglesia, de los pueblos, una realidad muchas veces silenciada. ¡Los pobres no sólo padecen la injusticia sino que también luchan contra ella!
No se contentan con promesas ilusorias, excusas o coartadas. Tampoco están esperando de brazos cruzados la ayuda de ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si llegan, llegan de tal manera que van en una dirección o de anestesiar o de domesticar. Esto es medio peligroso. Ustedes sienten que los pobres ya no esperan y quieren ser protagonistas, se organizan, estudian, trabajan, reclaman y, sobre todo, practican esa solidaridad tan especial que existe entre los que sufren, entre los pobres, y que nuestra civilización parece haber olvidado, o al menos tiene muchas ganas de olvidar.
Solidaridad es una palabra que no cae bien siempre, yo diría que algunas veces la hemos transformado en una mala palabra, no se puede decir; pero es una palabra mucho más que algunos actos de generosidad esporádicos. Es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores efectos del Imperio del dinero: los desplazamientos forzados, las emigraciones dolorosas, la trata de personas, la droga, la guerra, la violencia y todas esas realidades que muchos de ustedes sufren y que todos estamos llamados a transformar. La solidaridad, entendida, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares.
Este encuentro nuestro no responde a una ideología. Ustedes no trabajan con ideas, trabajan con realidades como las que mencioné y muchas otras que me han contado... tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha! Queremos que se escuche su voz que, en general, se escucha poco. Tal vez porque molesta, tal vez porque su grito incomoda, tal vez porque se tiene miedo al cambio que ustedes reclaman, pero sin su presencia, sin ir realmente a las periferias, las buenas propuestas y proyectos que a menudo escuchamos en las conferencias internacionales se quedan en el reino de la idea, es mi proyecto.
No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Qué triste ver cuando detrás de supuestas obras altruistas, se reduce al otro a la pasividad, se lo niega o peor, se esconden negocios y ambiciones personales: Jesús les diría hipócritas. Qué lindo es en cambio cuando vemos en movimiento a Pueblos, sobre todo, a sus miembros más pobres y a los jóvenes. Entonces sí se siente el viento de promesa que aviva la ilusión de un mundo mejor. Que ese viento se transforme en vendaval de esperanza. Ese es mi deseo.
Este encuentro nuestro responde a un anhelo muy concreto, algo que cualquier padre, cualquier madre quiere para sus hijos; un anhelo que debería estar al alcance de todos, pero hoy vemos con tristeza cada vez más lejos de la mayoría: tierra, techo y trabajo. Es extraño pero si hablo de esto para algunos resulta que el Papa es comunista.
No se entiende que el amor a los pobres está al centro del Evangelio. Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados. Reclamar esto no es nada raro, es la doctrina social de la Iglesia. Voy a detenerme un poco en cada uno de éstos porque ustedes los han elegido como consigna para este encuentro.
Tierra. Al inicio de la creación, Dios creó al hombre, custodio de su obra, encargándole de que la cultivara y la protegiera. Veo que aquí hay decenas de campesinos y campesinas, y quiero felicitarlos por custodiar la tierra, por cultivarla y por hacerlo en comunidad. Me preocupa la erradicación de tantos hermanos campesinos que sufren el desarraigo, y no por guerras o desastres naturales. El acaparamiento de tierras, la desforestación, la apropiación del agua, los agrotóxicos inadecuados, son algunos de los males que arrancan al hombre de su tierra natal. Esta dolorosa separación, que no es sólo física, sino existencial y espiritual, porque hay una relación con la tierra que está poniendo a la comunidad rural y su peculiar modo de vida en notoria decadencia y hasta en riesgo de extinción.
La otra dimensión del proceso ya global es el hambre. Cuando la especulación financiera condiciona el precio de los alimentos tratándolos como a cualquier mercancía, millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otra parte se desechan toneladas de alimentos. Esto constituye un verdadero escándalo. El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable. Sé que algunos de ustedes reclaman una reforma agraria para solucionar alguno de estos problemas, y déjenme decirles que en ciertos países, y acá cito el Compendio de la Doctrina Social de la IGLESIA, "la reforma agraria es además de una necesidad política, una obligación moral" (CDSI, 300).
No lo digo solo yo, está en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Por favor, sigan con la lucha por la dignidad de la familia rural, por el agua, por la vida y para que todos puedan beneficiarse de los frutos de la tierra.
Segundo, Techo. Lo dije y lo repito: una casa para cada familia. Nunca hay que olvidarse que Jesús nació en un establo porque en el hospedaje no había lugar, que su familia tuvo que abandonar su hogar y escapar a Egipto, perseguida por Herodes. Hoy hay tantas familias sin vivienda, o bien porque nunca la han tenido o bien porque la han perdido por diferentes motivos. Familia y vivienda van de la mano. Pero, además, un techo, para que sea hogar, tiene una dimensión comunitaria: y es el barrio... y es precisamente en el barrio donde se empieza a construir esa gran familia de la humanidad, desde lo más inmediato, desde la convivencia con los vecinos. Hoy vivimos en inmensas ciudades que se muestran modernas, orgullosas y hasta vanidosas. Ciudades que ofrecen innumerables placeres y bienestar para una minoría feliz... pero se le niega el techo a miles de vecinos y hermanos nuestros, incluso niños, y se los llama, elegantemente, "personas en situación de calle". Es curioso como en el mundo de las injusticias, abundan los eufemismos. No se dicen las palabras con la contundencia y la realidad se busca en el eufemismo. Una persona, una persona segregada, una persona apartada, una persona que está sufriendo la miseria, el hambre, es una persona en situación de calle: palabra elegante ¿no? Ustedes busquen siempre, por ahí me equivoco en alguno, pero en general, detrás de un eufemismo hay un delito.
Vivimos en ciudades que construyen torres, centros comerciales, hacen negocios inmobiliarios... pero abandonan a una parte de sí en las márgenes, las periferias. ¡Cuánto duele escuchar que a los asentamientos pobres se los margina o, peor, se los quiere erradicar! Son crueles las imágenes de los desalojos forzosos, de las topadoras derribando casillas, imágenes tan parecidas a las de la guerra. Y esto se ve hoy.
Ustedes saben que en las barriadas populares donde muchos de ustedes viven subsisten valores ya olvidados en los centros enriquecidos. Los asentamientos están bendecidos con una rica cultura popular: allí el espacio público no es un mero lugar de tránsito sino una extensión del propio hogar, un lugar donde generar vínculos con los vecinos. Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo. Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro. Por eso, ni erradicación ni marginación: Hay que seguir en la línea de la integración urbana. Esta palabra debe desplazar totalmente a la palabra erradicación, desde ya, pero también esos proyectos que pretender barnizar los barrios pobres, aprolijar las periferias y maquillar las heridas sociales en vez de curarlas promoviendo una integración auténtica y respetuosa. Es una especie de arquitectura de maquillaje ¿no? Y va por ese lado. Sigamos trabajando para que todas las familias tengan una vivienda y para que todos los barrios tengan una infraestructura adecuada (cloacas, luz, gas, asfalto, y sigo: escuelas, hospitales o salas de primeros auxilios, club deportivo y todas las cosas que crean vínculos y que unen, acceso a la salud -lo dije- y a la educación y a la seguridad en la tenencia.
Tercero, Trabajo. No existe peor pobreza material - me urge subrayarlo-, no existe peor pobreza material, que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo. El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima del hombre, si el beneficio es económico, sobre la humanidad o sobre el hombre, son efectos de una cultura del descarte que considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar.
Hoy, al fenómeno de la explotación y de la opresión se le suma una nueva dimensión, un matiz gráfico y duro de la injusticia social; los que no se pueden integrar, los excluidos son desechos, "sobrantes". Esta es la cultura del descarte y sobre esto quisiera ampliar algo que no tengo escrito pero se me ocurre recordarlo ahora. Esto sucede cuando al centro de un sistema económico está el dios dinero y no el hombre, la persona humana. Sí, al centro de todo sistema social o económico tiene que estar la persona, imagen de Dios, creada para que fuera el denominador del universo. Cuando la persona es desplazada y viene el dios dinero sucede esta trastocación de valores.


Y, para graficar, recuerdo una enseñanza de alrededor del año 1200. Un rabino judío explicaba a sus feligreses la historia de la torre de babel y entonces contaba cómo, para construir esta torre de babel, había que hacer mucho esfuerzo había que fabricar los ladrillos, para fabricar los ladrillos había que hacer el barro y traer la paja, y amasar el barro con la paja, después cortarlo en cuadrado, después hacerlo secar, después cocinarlo, y cuando ya estaban cocidos y fríos, subirlos para ir construyendo la torre.
Si se caía un ladrillo, era muy caro el ladrillo con todo este trabajo, si se caía un ladrillo era casi una tragedia nacional. Al que lo dejaba caer lo castigaban o lo suspendían o no sé lo que le hacían, y si caía un obrero no pasaba nada. Esto es cuando la persona está al servicio del dios dinero y esto lo contaba un rabino judío en el año 1200 explicaba estas cosas horribles.
Y respecto al descarte también tenemos que ser un poco atentos a lo que sucede en nuestra sociedad. Estoy repitiendo cosas que he dicho y que están en la Evangelii Gaudium. Hoy día, se descartan los chicos porque el nivel de natalidad en muchos países de la tierra ha disminuido o se descartan los chicos por no tener alimentación o porque se les mata antes de nacer, descarte de niños.
Se descartan los ancianos, porque, bueno, no sirven, no producen, ni chicos ni ancianos producen, entonces con sistemas más o menos sofisticados se les va abandonando lentamente, y ahora, como es necesario en esta crisis recuperar un cierto equilibrio, estamos asistiendo a un tercer descarte muy doloroso, el descarte de los jóvenes. Millones de jóvenes, yo no quiero decir la cifra porque no la sé exactamente y la que leí me parece un poco exagerada, pero millones de jóvenes descartados del trabajo, desocupados.
En los países de Europa, y estas si son estadísticas muy claras, acá en Italia, pasó un poquitito del 40% de jóvenes desocupados; ya saben lo que significa 40% de jóvenes, toda una generación, anular a toda una generación para mantener el equilibrio. En otro país de Europa está pasando el 50% y en ese mismo país del 50% en el sur el 60%, son cifras claras, óseas del descarte. Descarte de niños, descarte de ancianos, que no producen, y tenemos que sacrificar una generación de jóvenes, descarte de jóvenes, para poder mantener y reequilibrar un sistema en el cual en el centro está el dios dinero y no la persona humana.
Pese a esto, a esta cultura del descarte, a esta cultura de los sobrantes, tantos de ustedes, trabajadores excluidos, sobrantes para este sistema, fueron inventando su propio trabajo con todo aquello que parecía no poder dar más de sí mismo... pero ustedes, con su artesanalidad, que les dio Dios... con su búsqueda, con su solidaridad, con su trabajo comunitario, con su economía popular, lo han logrado y lo están logrando.... Y déjenme decírselo, eso además de trabajo, es poesía. Gracias.
Desde ya, todo trabajador, esté o no esté en el sistema formal del trabajo asalariado, tiene derecho a una remuneración digna, a la seguridad social y a una cobertura jubilatoria. Aquí hay cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes, costureros, artesanos, pescadores, campesinos, constructores, mineros, obreros de empresas recuperadas, todo tipo de cooperativistas y trabajadores de oficios populares que están excluidos de los derechos laborales, que se les niega la posibilidad de sindicalizarse, que no tienen un ingreso adecuado y estable. Hoy quiero unir mi voz a la suya y acompañarlos en su lucha.
En este Encuentro, también han hablado de la Paz y de Ecología. Es lógico: no puede haber tierra, no puede haber techo, no puede haber trabajo si no tenemos paz y si destruimos el planeta. Son temas tan importantes que los Pueblos y sus organizaciones de base no pueden dejar de debatir. No pueden quedar sólo en manos de los dirigentes políticos. Todos los pueblos de la tierra, todos los hombres y mujeres de buena voluntad, tenemos que alzar la voz en defensa de estos dos preciosos dones: la paz y la naturaleza. La hermana madre tierra como la llamaba San Francisco de Asís.
Hace poco dije, y lo repito, que estamos viviendo la tercera guerra mundial pero en cuotas. Hay sistemas económicos que para sobrevivir deben hacer la guerra. Entonces se fabrican y se venden armas y, con eso los balances de las economías que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente quedan saneadas. Y no se piensa en los niños hambrientos en los campos de refugiados, no se piensa en los desplazamientos forzosos, no se piensa en las viviendas destruidas, no se piensa, desde ya, en tantas vidas segadas. Cuánto sufrimiento, cuánta destrucción, cuánto dolor. Hoy, queridos hermanas y hermanos, se levanta en todas las partes de la tierra, en todos los pueblos, en cada corazón y en los movimientos populares, el grito de la paz: ¡Nunca más la guerra!
Un sistema económico centrado en el dios dinero necesita también saquear la naturaleza, saquear la naturaleza, para sostener el ritmo frenético de consumo que le es inherente. El cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la desforestación ya están mostrando sus efectos devastadores en los grandes cataclismos que vemos, y los que más sufren son ustedes, los humildes, los que viven cerca de las costas en viviendas precarias o que son tan vulnerables económicamente que frente a un desastre natural lo pierden todo. Hermanos y hermanas: la creación no es una propiedad, de la cual podemos disponer a nuestro gusto; ni mucho menos, es una propiedad sólo de algunos, de pocos: la creación es un don, es un regalo, un don maravilloso que Dios no ha dado para que cuidemos de él y lo utilicemos en beneficio de todos, siempre con respeto y gratitud. Ustedes quizá sepan que estoy preparando una encíclica sobre Ecología: tengan la seguridad que sus preocupaciones estarán presentes en ella. Les agradezco, aprovecho para agradecerles, la carta que me hicieron llegar los integrantes de la Vía Campesina, la Federación de Cartoneros y tantos otros hermanos al respecto.
Hablamos de la tierra, de trabajo, de techo... hablamos de trabajar por la paz y cuidar la naturaleza... Pero ¿por qué en vez de eso nos acostumbramos a ver como se destruye el trabajo digno, se desahucia a tantas familias, se expulsa a los campesinos, se hace la guerra y se abusa de la naturaleza? Porque en este sistema se ha sacado al hombre, a la persona humana, del centro y se lo ha reemplazado por otra cosa. Porque se rinde un culto idolátrico al dinero. Porque se ha globalizado la indiferencia!, se ha globalizado la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo defienda lo mío? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.
Algunos de ustedes expresaron: Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que hacerlo con coraje, pero también con inteligencia. Con tenacidad, pero sin fanatismo. Con pasión, pero sin violencia. Y entre todos, enfrentando los conflictos sin quedar atrapados en ellos, buscando siempre resolver las tensiones para alcanzar un plano superior de unidad, de paz y de justicia. Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción, un programa, podríamos decir, revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo lean, que lean las bienaventuranzas que están en el capítulo 5 de San Mateo y 6 de San Lucas, (cfr. Mt 5, 3 y Lc 6, 20) y que lean el pasaje de Mateo 25. Se los dije a los jóvenes en Río de Janeiro, con esas dos cosas tiene el programa de acción.
Sé que entre ustedes hay personas de distintas religiones, oficios, ideas, culturas, países, continentes. Hoy están practicando aquí la cultura del encuentro, tan distinta a la xenofobia, la discriminación y la intolerancia que tantas veces vemos. Entre los excluidos se da ese encuentro de culturas donde el conjunto no anula la particularidad, el conjunto no anula la particularidad. Por eso a mí me gusta la imagen del poliedro, una figura geométrica con muchas caras distintas. El poliedro refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan la originalidad. Nada se disuelve, nada se destruye, nada se domina, todo se integra, todo se integra. Hoy también están buscando esa síntesis entre lo local y lo global. Sé que trabajan día tras día en lo cercano, en lo concreto, en su territorio, su barrio, su lugar de trabajo: los invito también a continuar buscando esa perspectiva más amplia, que nuestros sueños vuelen alto y abarquen el todo.
De ahí que me parece importante esa propuesta que algunos me han compartido de que estos movimientos, estas experiencias de solidaridad que crecen desde abajo, desde el subsuelo del planeta, confluyan, estén más coordinadas, se vayan encontrando, como lo han hecho ustedes en estos días. Atención, nunca es bueno encorsetar el movimiento en estructuras rígidas, por eso dije encontrarse, mucho menos es bueno intentar absorberlo, dirigirlo o dominarlo; movimientos libres tiene su dinámica propia, pero sí, debemos intentar caminar juntos. Estamos en este salón, que es el salón del Sínodo viejo, ahora hay uno nuevo, y sínodo quiere decir precisamente "caminar juntos": que éste sea un símbolo del proceso que ustedes han iniciado y que están llevando adelante.
Los movimientos populares expresan la necesidad urgente de revitalizar nuestras democracias, tantas veces secuestradas por innumerables factores. Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin la participación protagónica de las grandes mayorías y ese protagonismo excede los procedimientos lógicos de la democracia formal. La perspectiva de un mundo de paz y justicia duraderas nos reclama superar el asistencialismo paternalista, nos exige crear nuevas formas de participación que incluya a los movimientos populares y anime las estructuras de gobiernos locales, nacionales e internacionales con ese torrente de energía moral que surge de la incorporación de los excluidos en la construcción del destino común. Y esto con ánimo constructivo, sin resentimiento, con amor.
Yo los acompaño de corazón en ese camino. Digamos juntos desde el corazón: Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo. Queridos hermanas y hermanos: sigan con su lucha, nos hacen bien a todos. Es como una bendición de humanidad. Les dejo de recuerdo, de regalo y con mi bendición, unos rosarios que fabricaron artesanos, cartoneros y trabajadores de la economía popula de América Latina.
Y en este acompañamiento rezo por ustedes, rezo con ustedes y quiero pedirle a nuestro Padre Dios que los acompañe y los bendiga, que los colme de su amor y los acompañe en el camino dándoles abundantemente esa fuerza que nos mantiene en pie: esa fuerza es la esperanza, la esperanza que no defrauda, gracias.

Carta amb música de fons...


Aquesta és la carta íntegra que ha enviat el músic Jordi Savall al ministre de Cultura espanyol, José Ignacio Wert, renunciant al Premio Nacional de Música 2014.

«Sr. José Ignacio Wert
Ministre d'Educació, Cultura i Esports
Govern d'Espanya

Distingit Sr. Wert,
Distingits senyors del jurat del Premio Nacional de Música 2014,

Rebre la notícia d'aquest important premi m'ha generat dos sentiments profundament contradictoris i del tot incompatibles: primer, una gran alegria per un reconeixement tardà a més de quaranta anys de dedicació apassionada i exigent de la difusió de la música com a força i llenguatge de civilització i de convivència i, segon, una immensa tristesa perquè sento que no puc acceptar-lo sense trair els meus principis i conviccions més íntimes.
Lamento haver de comunicar-vos, doncs, que no puc acceptar aquesta distinció perquè la lliura la principal institució de l'estat espanyol responsable, segons el meu parer, del dramàtic desinterès i de la greu incompetència en la defensa i promoció de l'art i dels seus creadors. Una distinció que prové d'un Ministeri d'Educació, Cultura i Esports responsable també de mantenir en l'oblit una part essencial de la nostra cultura, el patrimoni musical hispànic mil·lenari, com també de menystenir la immensa majoria de músics que amb grans sacrificis dediquen la vida a mantenir-lo viu.
És cert que en algunes comptades ocasions he pogut beneficiar-me, en el decurs de més de quaranta anys d'activitat, d'alguna col·laboració institucional: la celebració del V Centenari del Descobriment d'Amèrica, les petites ajudes a rondes internacionals i, recentment, les invitacions del Centro Nacional de Difusión Musical a presentar els nostres projectes a Madrid. Però igual que la immensa majoria de músics i conjunts del país, he tirat endavant sols amb el meu esforç personal, sense comptar mai amb cap ajuda institucional estable a la producció i materialització de tots els meus projectes musicals. Massa temps en què les instàncies del Ministeri d'Educació, Cultura i Esports que vós dirigiu continuen sense donar l'impuls necessari a totes les disciplines de la vida cultural de l'estat espanyol que lluiten actualment per sobreviure sense una empara institucional ni una llei de mecenatge que els ajudaria, sens dubte, a finançar-se i consolidar-se.
Vivim una greu crisi política, econòmica i cultural, a conseqüència de la qual una quarta part dels espanyols es troben en situació de gran precarietat i més de la meitat dels nostres joves no tenen ni tindran cap possibilitat d'aconseguir cap feina que els asseguri una vida mínimament digna. La cultura, l'art i especialment la música són la base de l'educació que ens permet de realitzar-nos personalment i, alhora, ser presents com a entitat cultural, en un món cada vegada més globalitzat. Estic profundament convençut que l'art és útil a la societat i contribueix a l'educació dels joves, i a elevar i enfortir la dimensió humana i l'espiritual de l'ésser humà. Quants espanyols han pogut, alguna vegada a la vida, escoltar en directe les músiques sublims de Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero i Tomás Luis de Victoria? Potser alguns milers de privilegiats que han pogut assistir a algun concert dels ben pocs festivals que programen aquesta mena de música. Però la immensa majoria, mai no podran beneficiar-se de la fabulosa energia espiritual que transmet la divina bellesa d'aquestes músiques. Podríem imaginar un Museu del Prado on tot el patrimoni antic no fos accessible? Doncs això passa amb la música, perquè la música viva sols existeix quan un cantant la canta o un músic la toca; els músics són els veritables museus vivents de l'art musical. És gràcies a aquests que podem escoltar les 'Cantigas de Santa María' d'Alfons X el Savi, els 'Villancicos' i 'Motetes' dels segles d'or, els 'Tonos Humanos y Divinos' del Barroc… Per això és indispensable donar als músics un mínim de suport institucional estable, perquè sense aquests el nostre patrimoni musical continuaria dormint el trist son de l'oblit i la ignorància.
La ignorància i l'amnèsia són la fi de tota civilització perquè sense educació no hi ha art i sense memòria no hi ha justícia. No podem permetre que la ignorància i la manca de consciència del valor de la cultura dels responsables de les més altes instàncies del govern d'Espanya erosionin impunement la dura tasca de tants músics, actors, ballarins, cineastes, escriptors i artistes plàstics que detenen el veritable estendard de la cultura i que no mereixen sens dubte el tracte que reben, car són els veritables protagonistes de la identitat cultural d'aquest país.
Per tot plegat, i amb profunda tristesa, us reitero la renúncia al Premio Nacional de Música 2014 i espero que aquest sacrifici s'entengui com un acte revulsiu en defensa de la dignitat dels artistes i pugui, potser, servir de reflexió per a imaginar i construir un futur més esperançador per al nostre jovent.
Crec, com deia Dostoievski, que la bellesa salvarà el món, però per això cal poder viure amb dignitat i tenir accés a l'educació i la cultura.
Cordialment us saluda,

Jordi Savall

Fundació Centre Internacional de Música Antiga
Camí de la Font, 2 · 08193 Bellaterra»

Cal continuar recordant les conseqüències de la Reforma Laboral del 2012


Una explicación singular de la Reforma Laboral del 2012


dijous, 23 d’octubre del 2014

Un discurs familiar...

 


DISCURSO DEL PAPA, EN EL SÍNODO


Queridos: Eminencias, Beatitudes, Excelencias, hermanos y hermanas:

Con un corazón lleno de reconocimiento y de gratitud quiero agradecer junto a ustedes al Señor que nos ha acompañado y nos ha guiado en los días pasados, con la luz del Espíritu Santo.

Agradezco de corazón a S. E. Card. Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo, S. E. Mons. Fabio Fabene, Sub-secretario, y con ellos agradezco al Relator S. E. Card. Peter Erdő y el Secretario Especial S. E. Mons. Bruno Forte, a los tres Presidentes delegados, los escritores, los consultores, los traductores, y todos aquellos que han trabajado con verdadera fidelidad y dedicación total a la Iglesia y sin descanso: ¡gracias de corazón!

Agradezco igualmente a todos ustedes, queridos Padres Sinodales, Delegados fraternos, Auditores, Auditoras y Asesores por su participación activa y fructuosa. Los llevaré en las oraciones, pidiendo al Señor los recompense con la abundancia de sus dones.

Puedo decir serenamente que -con un espíritu de colegialidad y de sinodalidad- hemos vivido verdaderamente una experiencia de "sínodo", un recorrido solidario, un "camino juntos".

Y siendo "un camino" - como todo camino - hubo momentos de corrida veloz, casi de querer vencer el tiempo y alcanzar rápidamente la meta; otros momentos de fatiga, casi hasta de querer decir basta; otros momentos de entusiasmo y de ardor.

Momentos de profunda consolación, escuchando el testimonio de pastores verdaderos que llevan en el corazón sabiamente, las alegrías y las lágrimas de sus fieles.

Momentos de gracia y de consuelo, escuchando los testimonios de las familias que han participado del Sínodo y han compartido con nosotros la belleza y la alegría de su vida matrimonial.

Un camino donde el más fuerte se ha sentido en el deber de ayudar al menos fuerte, donde el más experto se ha prestado a servir a los otros, también a través del debate. Y porque es un camino de hombres, también hubo momentos de desolación, de tensión y de tentación, de las cuales se podría mencionar alguna posibilidad:

- La tentación del endurecimiento hostil, esto es el querer cerrarse dentro de lo escrito (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); dentro de la ley, dentro de la certeza de lo que conocemos y no de lo que debemos todavía aprender y alcanzar. Es la tentación de los celantes, de los escrupulosos, de los apresurados, de los así llamados "tradicionalistas" y también de los intelectualistas.

- La tentación del "buenismo" destructivo, que en nombre de una misericordia engañosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causas y las raíces. Es la tentación de los "buenistas", de los temerosos y también de los así llamados "progresistas y liberales".

- La tentacion de transformar la piedra en pan para romper el largo ayuno, pesado y doloroso y también de transformar el pan en piedra , y tirarla contra los pecadores, los débiles y los enfermos, de transformarla en "fardos insoportables".

- La tentación de descender de la cruz, para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de ceder al espíritu mundano en vez de purificarlo e inclinarlo al Espíritu de Dios.

- La Tentación de descuidar el "depositum fidei", considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, o por otra parte, la tentación de descuidar la realidad utilizando ¡una lengua minuciosa y un lenguaje pomposo para decir tantas cosas y no decir nada...
Queridos hermanos y hermanas, las tentaciones no nos deben ni asustar ni desconcertar, ni mucho menos desanimar, porque ningún discípulo es más grande que su maestro; por lo tanto si Jesús fue tentado -y además llamado Belcebú- sus discípulos no deben esperarse un tratamiento mejor.

Personalmente me hubiera preocupado mucho y entristecido si no se hubieran producido estas tensiones y estas discusiones animadas; este movimiento de los espíritus, como lo llamaba San Ignacio, si todos hubieran estado de acuerdo o taciturnos en una falsa y quietista paz. En cambio he visto y escuchado -con alegría y reconocimiento- discursos e intervenciones llenos de fe, de celo pastoral y doctrinal, de sabiduría, de franqueza, de coraje y parresia.

Y he sentido que ha sido puesto delante de sus ojos el bien de la Iglesia, de las familias y la "suprema lex": la "salus animarum". Y esto siempre sin poner jamás en discusión la verdad fundamental del Sacramento del Matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la procreatividad, o sea la apertura a la vida.

Esta es la Iglesia, la viña del Señor, la Madre fértil y la Maestra premurosa, que no tiene miedo de arremangarse las manos para derramar el olio y el vino sobre las heridas de los hombres; que no mira a la humanidad desde un castillo de vidrio para juzgar y clasificar a las personas.

Esta es la Iglesia Una, Santa, Católica y compuesta de pecadores, necesitados de su misericordia. Esta es la Iglesia, la verdadera esposa de Cristo, que busca ser fiel a su Esposo y a su doctrina. Es la Iglesia que no tiene miedo de comer y beber con las prostitutas y los publicanos. La Iglesia que tiene las puertas abiertas para recibir a los necesitados, los arrepentidos y ¡no sólo a los justos o aquellos que creen ser perfectos!

La Iglesia que no se avergüenza del hermano caído y no finge de no verlo, al contrario, se siente comprometida y obligada a levantarlo y a animarlo a retomar el camino y lo acompaña hacia el encuentro definitivo con su Esposo, en la Jerusalén celeste.

¡Esta es la Iglesia, nuestra Madre! Y cuando la Iglesia, en la variedad de sus carismas, se expresa en comunión, no puede equivocarse: es la belleza y la fuerza del 'sensus fidei', de aquel sentido sobrenatural de la fe, que viene dado por el Espíritu Santo para que, juntos, podamos todos entrar en el corazón del Evangelio y aprender a seguir a Jesús en nuestra vida, y esto no debe ser visto como motivo de confusión y malestar.

Tantos comentadores han imaginado ver una Iglesia en litigio donde una parte está contra la otra, dudando hasta del Espíritu Santo, el verdadero promotor y garante de la unidad y de la armonía en la Iglesia. El Espíritu Santo que a lo largo de la historia ha conducido siempre la barca, a través de sus Ministros, también cuando el mar era contrario y agitado y los Ministros infieles y pecadores.

Y, como he osado decirles al inicio, era necesario vivir todo esto con tranquilidad y paz interior también, porque el sínodo se desarrolla cum Petro et sub Petro, y la presencia del Papa es garantía para todos.

Por lo tanto, la tarea del Papa es aquella de garantizar la unidad de la Iglesia; es aquella de recordar a los fieles su deber de seguir fielmente el Evangelio de Cristo; es aquella de recordar a los pastores que su primer deber es nutrir la grey que el Señor les ha confiado y de salir a buscar - con paternidad y misericordia y sin falsos miedos - la oveja perdida.

Su tarea es la de recordar a todos que la autoridad en la Iglesia es servicio como ha explicado con claridad el Papa Benedicto XVI con palabras que cito textualmente: "la Iglesia está llamada y se empeña en ejercitar este tipo de autoridad que es servicio, y la ejercita no a título propio, sino en el nombre de Jesucristo... A través de los Pastores de la Iglesia, de hecho, Cristo apacienta a su grey: es Él quien la guía, la protege, la corrige porque la ama profundamente. Pero el Señor Jesús, Pastor supremo de nuestras almas, ha querido que el Colegio Apostólico, hoy los Obispos, en comunión con el Sucesor de Pedro ... participaran en esta misión suya de cuidar al pueblo de Dios, de ser educadores de la fe, orientando, animando y sosteniendo a la comunidad cristiana, o como dice el Concilio, "cuidando sobre todo que cada uno de los fieles sean guiados en el Espíritu santo a vivir según el Evangelio su propia vocación, a practicar una caridad sincera y operosa y a ejercitar aquella libertad con la que Cristo nos ha librado"...

Y a través de nosotros - continua el Papa Benedicto - es que el Señor llega a las almas, las instruye. las custodia, las guía. San Agustín en su Comentario al Evangelio de San Juan dice: "Sea por lo tanto un empeño de amor apacentar la grey del Señor"; esta es la suprema norma de conducta de los ministros de Dios, un amor incondicional, como aquel del buen Pastor, lleno de alegría, abierto a todos, atento a los cercanos y premuroso con los lejanos, delicado con los más débiles, los pequeños, los simples, los pecadores, para manifestar la infinita misericordia de Dios con las confortantes de la esperanza" 

(Benedicto XVI Audiencia General, miércoles, 26 de mayo de 2010).

Por lo tanto la Iglesia es de Cristo - es su esposa - y todos los Obispos del Sucesor de Pedro, tienen la tarea y el deber de custodiarla y de servirla, no como patrones sino como servidores. El Papa en este contexto no es el señor supremo sino más bien el supremo servidor - "Il servus servorum Dei"; el garante de la obediencia , de la conformidad de la Iglesia a la voluntad de Dios, al Evangelio de Cristo y al Tradición de la Iglesia poniendo de su parte todo arbitrio personal, siendo también - por voluntad de Cristo mismo - "el Pastor y Doctor supremo de todos los fieles" y gozando "de la potestad ordinaria que es suprema, plena, inmediata y universal de la iglesia".

Queridos hermanos y hermanas, ahora todavía tenemos un año para madurar con verdadero discernimiento espiritual, las ideas propuestas y encontrar soluciones concretas a las tantas dificultades e innumerables desafíos que las familias deben afrontar; para dar respuesta a tantos desánimos que circundan y sofocan a las familias, un año para trabajar sobre la "Relatio Synodi" que es el reasunto fiel y claro de todo lo que fue dicho y discutido en esta aula y en los círculos menores.

¡El Señor nos acompañe y nos guie en este recorrido para gloria de su nombre con la intercesión de la Virgen María y de San José! ¡Y por favor no se olviden de rezar por mí!

Papa Francisco

dilluns, 20 d’octubre del 2014

Urbanitat en temps de crisi?


Salari digne?

Els infants sempre diuen la veritat...



dijous, 16 d’octubre del 2014

Tancar per a obrir a la llibertat...

Dissabte dia 18 d'octubre de 2014 

a les 15:30h

Cantonada c/ Roger de Flor amb Prat de la Riba (davant Roca Umbert) de Granollers


Dimas Empressa d'Inserció, s'ha adherit a la jornada "Tancarem el CIE"
El dissabte dia 18 anirem a encerclar el CIE de Barcelona.
Si vols participar-hi, ens trobarem a la cantonada del carrer Roger de Flor amb Prat de la Riba de Granollers, (davant de Roca Umbert) per sortir tots junts a les 15:30h de la tarda, cap a la Zona Franca.
Ens distribuirem en els cotxes que tinguem disponibles. (Pots venir doncs amb el teu cotxe i oferir lloc, o bé venir sense cotxe, segur que trobem lloc per a tothom)

Si vols anar pel teu compte trobaràs tota la informació a les pàgines de Sos Racisme i Tancarem el CIE:

http://www.sosracisme.org/
http://tancaremelcie.cat/


divendres, 10 d’octubre del 2014

Transmet... Jesús!!!




Carta sense cap virus

 
Carta abierta a Teresa por una medico intensivista de Madrid 

Querida Teresa:

No sé si algún día leerás esta carta, en el mundo digital nunca se sabe. He decidido escribirte porque, entre todo lo que he leído sobre el Ébola, me falta algo. Sé muchas cosas sobre ti (que no se deberían haber publicado), tengo cierta idea de lo que pasó (hay tantas contradicciones...) pero aún no he encontrado a casi nadie que se preocupe de lo que verdaderamente importa: tú.
No he visto a nadie ponerse en tu lugar. Yo lo intento y me imagino tu miedo al ponerte el traje por primera vez, sin casi formación. Me imagino tu angustia cada vez que te ponías el termómetro. Tu indefensión cuando, desde salud laboral, quitaban importancia a tu malestar. Imagino tu intranquilidad pensando que has podido contagiar a otros. Tu angustia intentando revivir qué pudo salir mal. Tu enfado al ver como tu "quizá me rocé al quitarme el guante, porque es lo más crítico" se convierte en un "confiesa que se tocó la cara". Como si hubieras estado jugando a la ruleta rusa en vez de atendiendo a un paciente de alto riesgo biológico.
Imagino tu soledad en esa habitación de aislamiento, la pena por tu perrillo que no has podido compartir con nadie. La rabia cuando veas cómo los de arriba te abandonan y te convierten en arma política, en ocasión de conservar o no su poder político.
Me siento muy identificada contigo, porque a mí tampoco me ha enseñado nadie a ponerme el traje de seguridad. Es más, en mi hospital no hay monos, solo batas impermeables y mascarillas, que dejan muchas zonas expuestas. Y las respuestas de los responsables son deplorables. Me imagino tu indignación al pensar que tu desgraciado contagio ni siquiera va a servir para que se revisen los protocolos y se mejore la formación, para proteger a tus compañeros.
No salgo de mi asombro cuando oigo cómo los que te han puesto en riesgo por la improvisación, por los déficits en gestión, por un protocolo que reconocen erróneo, por no asegurar que alguien te supervisara y ayudara a quitar el traje, quieren ahora culpabilizarte y lavarse las manos. No sé cómo te contagiaste. No sé qué pasó en el centro de salud y en Urgencias, no sé si tardaste en avisar de tu contacto con el virus, pero nunca se me ocurrirá juzgarte. Tu nivel de angustia en ese momento podría haberte llevado a hacer cualquier cosa. Quizá tenías miedo de que te remitieran de nuevo al Carlos III, a ese servicio de salud laboral que no te hacía demasiado caso. No lo sé. Solo sé que te contagiaste haciendo tu trabajo, ese trabajo tan bonito que tiene un solo nombre: CUIDAR. Que quizá llevaste un poco de consuelo a los últimos momentos de los misioneros fallecidos. Que debes estar orgullosa de tu profesión, aunque te haya puesto en riesgo.
Cuídate, Teresa. No hagas caso a todas las tonterías que se han dicho y que se seguirán diciendo. Cuentas con el apoyo de tus compañeros. Con el de todos lo sanitarios, que admiramos tu valor al exponerte al contagio. Confía en los cuidados y la atención de los profesionales, que son lo mejor de este maltrecho sistema sanitario. Ojalá todo salga bien. Te esperamos en unos meses para celebrar tu curación, quizá en una nueva Marea Blanca. Ánimo, Teresa. No estás sola

Jornada de l'ACO amb molta fe en Jesucrist





Utopia jocista


dimecres, 8 d’octubre del 2014

Un material per a treballar

 
El Centre Cristianisme i Justícia ha publicat a la seva col·lecció virtual el quadern titulat 

Reflexiones sobre "espiritualidad de trabajo" en tiempos de precariedad del Dario Mollà

Clica a sota per descarregar-lo

Val la pena!!!

Calendari de curs

 
Calendari de la Pastoral Obrera de la Diòcesi de Terrassa
23/09/2014          Equip de Pastoral Obrera de Terrassa
07/10/2014          Dia Internacional del Treball Digne 
11/11/2014          Equip de Pastoral Obrera de Terrassa
14-16/11/2014     Jornades de Pastoral Obrera Estatal
13/12/2014          Secretariat Interdiocesà de Pastoral Obrera de Catalunya
18/10/2014          Dia Internacional del Migrant
20/01/2015          Equip de Pastoral Obrera de Terrassa           
07/02/2015          Secretariat Interdiocesà de Pastoral Obrera de Catalunya
07/03/2015          Jornada d'Estudi de la Pastoral Obrera Catalunya
08/03/2015          Dia Internacional de la Dona Treballadora
10/03/2015          Equip de Pastoral Obrera de Terrassa
11/04/2015          Secretariat Interdiocesà de Pastoral Obrera de Catalunya
25/04/2015          Jornada Diocesana de Pastoral Obrera de Terrassa 
01/05/2015          Dia Internacional del Treball
19/05/2015          Equip de Pastoral Obrera de Terrassa
20/06/2014          Secretariat Interdiocesà de Pastoral Obrera de Catalunya

dimarts, 7 d’octubre del 2014

Treballar dignament!!!



Una nota de diàleg

 
Nota dels Bisbes de Catalunya 
sobre el moment actual

En el moment que està vivint el nostre país, els Bisbes de les Diòcesis amb seu a Catalunya exhortem els catòlics i tots aquells que vulguin escoltar-nos, a examinar acuradament, a la llum de l’ensenyament social de l’Església i a decidir amb responsabilitat com complir, si se’ns requereix, amb els nostres deures cívics i democràtics. I alhora fem una crida al diàleg, a la prudència, i a tenir presents els principis fonamentals que són els del bé comú i el respecte a les persones.
Tenim el deure de parlar perquè els catòlics formem part d’aquest poble que tant estimem, i com ens ha recordat recentment el papa Francesc, «ningú no pot exigir-nos que releguem la religió a la intimitat secreta de les persones, sense cap influència en la vida social i nacional, sense preocupar-nos per la salut de les institucions de la societat civil, sense opinar sobre els esdeveniments que afecten els ciutadans» ("Evangelii Gaudium" n. 183).
El manament nou de l’amor que Jesús ens ha deixat, comporta estimar totes les persones i també les realitats socials. Els cristians del nostre país ens reconeixem i ens refermem en la tradició ininterrompuda de fidelitat a la llengua, a la cultura, i a les institucions pròpies de Catalunya. Per això estem cridats a ser ciutadans que contribueixin positivament al bé comú i que s’esforcin sempre a considerar els altres homes i dones d’arreu com a veritables germans. Estem cridats a promoure la pau, el respecte a les persones, el desenvolupament humà integral i els drets humans, així com a tenir una cura especial pels més pobres i els més febles de la societat.
També en aquest moment històric volem recordar la importància dels drets de totes les persones i dels pobles, la llibertat de consciència i el dret a creure i practicar la pròpia fe. Aquestes llibertats són tan importants com fràgils, tal com s’ha demostrat amb massa freqüència al llarg de la història. Aquestes llibertats són absolutament essencials per a una societat democràtica moderna i cal vetllar per tal que no siguin limitades ni a Catalunya, ni a l’Estat Espanyol ni en el context europeu.
Els Bisbes de Catalunya, l’any 1985 als inicis de la recuperació democràtica, en el document Arrels cristianes de Catalunya, que es féu seu el Concili Provincial Tarraconense de 1995, constataven la realitat nacional de Catalunya amb més de mil anys d’història, i demanaven que se li apliqués la doctrina del Magisteri eclesial sobre nacionalitats i minories nacionals.
I l’any 2011 escrivíem aquest text que en les circumstàncies actuals manté plena vigència: «Avui s’han manifestat nous reptes i aspiracions, que afecten la forma política concreta com el poble de Catalunya s’ha d’articular i com es vol relacionar amb els altres pobles germans d’Espanya en el context europeu actual. Com a pastors de l’Església, no ens correspon a nosaltres optar per una determinada proposta a aquests reptes nous, però defensem la legitimitat moral de totes les opcions polítiques que es basin en el respecte de la dignitat inalienable de les persones i dels pobles, i que recerquin amb paciència la pau i la justícia. I encoratgem el camí del diàleg i l’entesa entre totes les parts interessades a fi d’assolir solucions justes i estables, que fomentin la solidaritat i la fraternitat. El futur de la societat catalana està íntimament vinculat a la seva capacitat per a integrar la diversitat que la configura» ("Al servei del nostre poble" n. 5).
Els laics cristians han d’estar molt presents en la societat, comprometent-se en el camp de la política, la cultura, l’economia, etc., perquè res no és aliè a una Església que vol ser "experta en humanitat", com afirmà profèticament el Papa Pau VIè. Tots els cristians tenim el deure d’aportar els continguts i els valors de l’Evangeli a les realitats temporals de la societat per tal que creixi la justícia, la fraternitat, la solidaritat, la gratuïtat. Si bé això és sempre necessari, ho és molt més en aquest temps en què encara ens toca viure les greus conseqüències d’una crisi econòmica que afecta durament gran part de la nostra societat. 
Desitgem que tots els catòlics segueixin participant positivament i activament en la vida pública, que fomentin el diàleg i l’entesa, i garanteixin que el missatge cristià i els seus valors impregnin la societat, en benefici de tothom.
El nostre país en aquest moment de la seva història ha de poder comptar amb la nostra oració perseverant i fidel. Per això exhortem a pregar per la pàtria, perquè Déu faci «que amb la prudència dels governants i l’honradesa dels ciutadans, es mantingui ferma la concòrdia i la justícia, i que tinguem un progrés constant en la pau» (Missal Romà, pàg. 885). Així ho supliquem en la Visita Espiritual a la Mare de Déu de Montserrat, demanant a Santa Maria que «tregui de Catalunya l’esperit de discòrdia, i ajunti tots els seus fills amb cor de germans».

Barcelona, 3 d’octubre de 2014