La acampada del 15-M en la Puerta del Sol, el 18 de mayo de 2011 01
La Iglesia católica no es ajena al movimiento de protesta que recorre el país y se asienta, como símbolo, en la acampada de la madrileña puerta del Sol. Hay muchos católicos no sólo entre los participantes, sino también entre los organizadores de las manifestaciones del pasado día 15 y de las acampadas de Madrid y de otras ciudades españolas. Cristianos de parroquia, sensibilizados con lo social, y, sobre todo, militantes de los movimientos juveniles de Acción Católica. Unos y otros aseguran que se trata de "una protesta para buscar la dignidad" y hasta piden una mayor implicación a los obispos.
"Hay militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) participando activamente y apoyando las demandas del movimiento en diversas partes del país", asegura Saúl Pérez, presidente de la JOC. En parecidos términos se pronuncia María Ángeles Blázquez, la presidenta general de la Juventud Estudiante Católica (JEC): "Nuestros militantes están implicados en la organización de esta movida y, sobre todo, en la lucha por los ideales que la sustentan".
María Ángeles Blázquez siente "admiración ante las protestas y una sensación de ‘ya iba siendo hora' o de ‘menos mal' que por fin se ha producido la movilización social". Saúl Pérez también se muestra encantado con "una protesta que busca la dignidad y que está muy en línea con nuestra tarea y con nuestra misión dentro de la Iglesia y como seguidores del Evangelio de Jesús".
Según el presidente de la JOC se trata de "una reacción normal ante la situación social y laboral que estamos viviendo. Una reacción debida, en una parte, al desencanto hacia la clase política y, en la otra, a una protesta ante un sistema ineficaz en el ámbito social". Para la presidenta de la JEC, se trata de "dotar de valores éticos lo social y lo político y demostrar que los ciudadanos tenemos una responsabilidad que va más allá de los partidos políticos. Lo indignante era que nos pareciese normal vivir en estas condiciones".
El latido de los valores del Evangelio
Ambos dirigentes católicos coinciden en que en la base del movimiento del 15-M laten muchos de los grandes valores fundamentales del cristianismo. Y, como referentes inmediatos, señalan el libro de Stephane Hessel ‘Indignaos', la carta de José Luis Sampedro, el desencanto político y la búsqueda de protagonismo social y político de los jóvenes.
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