dilluns, 30 de març del 2020
Hi ha altres virus contra el món obrer
World Movement of Christian Workers
Mouvement Mondial des Travailleurs Chrétiens
Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos
Weltbewegung Christlicher Arbeitnehmer
¡ALTO A LOS VIRUS!
¡El mundo está al revés! ¡El planeta está en estado de pánico!
¡Y todo esto debido a un pequeño y escurridizo virus que ataca tanto a ricos como a
pobres, que cruza fronteras "sin mostrar sus papeles"!
Y este pequeño virus inodoro e incoloro es más fuerte que cualquier campaña mediática o
sindicato internacional: bloquea toda la economía mundial, hace tambalearse a las bolsas
desde Tokio hasta Nueva York, aterroriza a todos los líderes políticos y económicos, pone en
duda el funcionamiento de la economía neoliberal globalizada, nos obliga a hablar de
"decrecimiento"...
"Derriba a los poderosos de sus tronos..."
Señor Dios, Tú que escuchas las alegrías y las penas de este mundo,
Con los movimientos del MMTC, unidos en un solo corazón y una sola fe, queremos
decirte:
Mira los miles de personas angustiadas,
¡Y danos la fuerza para ampliar nuestra mirada!
TENEMOS MIEDO por nuestra salud, por la de nuestros seres queridos... con razón sin
duda... pero es verdad Señor: ¿Por qué este temor (a veces infundado), cuando sabemos
bien que sólo Tú eres inmortal? ¿Y por qué no tememos por los niños y adultos que han
vivido bajo las bombas en Siria durante 9 años, o en muchos otros países?
Señor, líbralos del miedo, dándoles la paz... ¡de la que también somos responsables!
ESTAMOS AFECTADOS DIRECTAMENTE o EN NUESTRO ENTORNO. A través de los
medios de comunicación sabemos todo sobre esta enfermedad (mortal en el 2% de los
casos) ... pero, tenemos que enfrentarnos a las enfermedades todos los días, y a veces como
resultado de las malas condiciones de trabajo. ¡Y hemos aprendido a luchar, con nuestros
sindicatos, nuestras asociaciones, a superarlos, a levantarnos de nuevo!
Entonces, ¿por qué esta enfermedad nos hace olvidar las epidemias siempre actuales: como
el Ébola (contagioso y en un 80% mortal) que todavía prolifera en el Congo-RDC... o la
malaria (no contagiosa, es cierto) pero que causa 500.000 muertes cada año en el África
subsahariana!
¡Señor, que la investigación médica no se olvide de los países pobres, y que cada persona
humana en cada país tenga el derecho a un cuidado digno!
ESTAMOS TENTADOS DE ABASTECERNOS DE COMIDA a veces comprando todo lo que
hay en las tiendas… por miedo a las restricciones. ¡En algunos países, algunos incluso han
comprado armas para protegerse de los ladrones! ¡Señor, nos avergonzamos de este mundo!
Este mundo que olvida que millones de personas mueren de hambre o de sed por culpa de
nuestra injusta economía mundial.
Señor, da a los líderes de nuestros países el coraje político para atreverse a llevar a cabo
una economía del compartir y de solidaridad, tanto a nivel nacional como internacional.
LIMITAMOS NUESTROS VIAJES, NUESTRAS VISITAS, INTERRUMPIMOS NUESTROS
PROGRAMAS, como medida de precaución. Hemos sido "confinados en nuestras casas",
mientras que otros están regularmente "confinados fuera": los migrantes, los sin techo, los
expulsados, etc... ¡Hemos cambiado nuestro ritmo, hemos tenido tiempo de buscar un
sentido a nuestras vidas!
Señor, que esta dolorosa experiencia nos haga comprender el sufrimiento de los demás, a
nuestro alrededor, en nuestro país o a nivel del planeta. Que sigamos reflexionando sobre el
significado y el alcance de nuestras acciones, o nuestras elecciones.
SOMOS INVENTIVOS Y AGRADECIDOS... inventivos para comunicar, para rezar, para
trabajar, para relajarse, para formarse... ¡Esto es lo que sucede a menudo en tiempos de
crisis! ¡Inventamos! Y RECONOCEMOS a todo el personal sanitario que se ha esforzado
mucho.
Señor, haznos inventores de “una vida digna para todos”. “con tierra, un techo, un trabajo,
una salud que nos permita alabarte y proclamar alto y claro: ¡ALTO A LOS VIRUS!
"¡Alto a los virus!»
1- ALTO AL VIRUS DE LOS BRAZOS!, el cuál a veces nos paraliza... (¡y luego "quedamos
patitiesos”), como sin saber qué hacer, cuando nos encontramos en situaciones en las que
no vemos qué hacer, y aprovechamos para abandonar la lucha!
2- ¡ALTO AL VIRUS DE LAS PIERNAS! ¡el que nos impide ir hacia los demás, sobre todo a
los que nos molestan, con los que hemos vivido un conflicto, los que no han votado como
nosotros, los que no piensan como nosotros, los que no rezan como nosotros!
3- ¡ALTO AL VIRUS DE LOS OJOS! El que nos ciega y nos impide ver todos los
sufrimientos de este mundo, sufrimientos ligados a la guerra, a las injusticias económicas, al
calentamiento global, a las migraciones, etc... ¡El que nos impide ver las asociaciones, los
movimientos donde podemos comprometernos para cambiar todo esto!
4. ¡ALTO AL VIRUS DEL OÍDO! El que nos hace sordos a todas las llamadas a la
solidaridad. ¡El que distorsiona nuestra comprensión escuchando sólo a aquellos que hablan
de seguridad personal o nacional, que piensan sólo en términos de crecimiento económico y
que se olvidan de la Humanidad!
5- ¡ALTO AL VIRUS DE LA LENGUA! ¡Éste nos hace decir cualquier cosa cuando nos
conviene! ¡El que a veces nos seca la lengua y nos hace silenciosos y cómplices ante las
injusticias, los maltratos, los abusos de todo tipo!
6- ¡ALTO AL VIRUS DEL ESPÍRITU! El que nos hará decir (esperémoslo dentro de pocas
semanas), nuestra gran alegría y nuestra tristeza:
a. GRAN ALEGRÍA por haber derrotado JUNTOS esta terrible pandemia.
b. TRISTEZA ante el déficit económico (nacional o mundial) y que tendrá que ser
pagado!
Y este virus del Espíritu incluso hará que antepongamos la economía a lo Humano... como
ocurre hoy día.
7- ALTO AL VIRUS DEL CORAZÓN (el virus de las coronarias = el "auténtico coronavirus"):
¡El más peligroso de todos! ¡El que nos impide AMAR REALMENTE, como Tú nos amas!
¡El que nos frena para VIVIR PLENAMENTE, como Tu Hijo, Jesús lo hizo hasta la Cruz!
¡El que nos bloquea para INVENTAR INTENSAMENTE bajo la acción de Tu Espíritu!
Sí Señor, ayúdanos, a través de nuestros diversos movimientos del MMTC
- a ser militantes de una MEJOR SALUD para NUESTRO PLANETA gracias a la vacuna
de Tu Amor. !
- a resistir a toda forma de egoísmo gracias a la vacuna del Resucitado, que se ha dado
totalmente!
- a inventar otras formas de consumir, de producir, etc. ¡gracias a la vacuna de tu
Espíritu!
¡Que este tiempo de "travesía del desierto" fortalezca nuestra fe y nuestros
compromisos!
Que él nos ayude a leer los signos de "Tu vida más fuerte que toda muerte".
Que nos de la audacia de inventar nuevos estilos de vida y un nuevo modelo
económico, promotor de fraternidad, de solidaridad, de sostenibilidad, para el bien
común y universal.
¡Viva la verdadera vida! ¡Feliz fiesta de Pascua!
Comité Internacional del MMTC
Fátima, Jean-Claude, Mariléa, Philippe, Bernard
(escrito el 19 de marzo de 2020)
dissabte, 28 de març del 2020
Al costat de les treballadores vulnerables
APOYO A LAS ASOCIACIONES DE TRABAJADORAS
DE HOGAR Y CUIDADOS
Cristina Ruíz Fernández
En el contexto de la pandemia del
COVID-19, ante el anuncio realizado por el Gobierno de España sobre la posible
aprobación de un subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar y
cuidados, desde distintas asociaciones del sector han elaborado un comunicado
para defender esa medida y para exigir que tenga cobertura para todas las
trabajadoras, en igualdad de condiciones a otras medidas de protección
aprobadas para otros colectivos y, sin excluir a las más de 200.000 personas
que trabajan sin contrato.
Las asociaciones que promueven
esta iniciativa están recabando el apoyo de organizaciones sociales e
individualidades para empujar juntas por el reconocimiento de derechos,
especialmente para los colectivos que se verán más golpeados por esta crisis.
Para recoger estás adhesiones han
creado un formulario abierto para toda persona o colectivo que quiera sumarse.
Se está debatiendo este asunto en estos momentos en los órganos de decisión y,
a juicio de estas organizaciones es fundamental que haya presión desde la
sociedad civil para acabar con una discriminación injustificable.
Formulario
Formulario
dijous, 26 de març del 2020
Una pregària obrera davant la pandèmia del coronavirus
Señor,
a ti venimos en estos momentos oscuros y duros.
A ti venimos a explicarte el dolor y la muerte
que causa la pandemia que diezma a nuestros pueblos.
Y ponemos en nuestra boca las palabras del salmista:
“Di al Señor: Tú eres mi refugio,
mi baluarte, mi Dios en quien confío.
Él te librará… de la peste asoladora… bajo sus alas te dará cobijo…
No temerás el terror de la noche… ni la peste que surca la niebla,
ni la plaga que devasta a pleno día” (Sal 91,2-6).
Señor,
en ti confiamos en estos momentos
en que tantos hermanos y hermanas nuestros,
tan débiles, viven en sus carnes
el dolor de la Pasión y Muerte de Jesucristo, tu Hijo.
Señor,
a ti venimos para darte gracias
por tantos hermanos y hermanas nuestros
que ponen al día la Resurrección de tu Hijo amado,
entregándose con todas sus fuerzas para aliviar tanto dolor.
Te damos gracias por todos los profesionales de la medicina,
por todos los que trabajan en los hospitales,
por los que cuidan a sus ancianos enfermos en los hogares,
por los padres y abuelos que, con paciencia,
explican a sus hijos pequeños esta situación.
Por los jóvenes que maduran asumiendo esta experiencia,
y sacan de ella consecuencias de futuro.
Te damos gracias por todos los empleados públicos
y funcionarios de nuestros países y ciudades
que nos hacen más llevadera la vida y la convivencia.
Te damos gracias por los trabajadores que hacen
que funcionen los transportes públicos,
que haya medicamentos en las farmacias
y alimentos en las tiendas y en los mercados.
Y te damos gracias por los trabajadores y trabajadoras
que nos facilitan la vida en estos tiempos de reclusión,
y por los que siguen trabajando desde sus casas.
Sí, te damos gracias por tantas muestras de solidaridad
y por la responsabilidad y seriedad
con la que tantos ciudadanos afrontan esta realidad tan difícil.
Señor,
nos da miedo el futuro, y las consecuencias económicas
que se van a derivar de esta pandemia
que está afectando a tantos y tantos países.
Nos preocupan los puestos de trabajo que se van a perder,
los trabajadores y trabajadoras
que verán conculcados sus derechos laborales,
o que verán reducido su poder adquisitivo,
los pobres y empobrecidos
que tendrán que recurrir a los servicios sociales,
los pequeños empresarios que tendrán que empezar de nuevo.
Señor,
también nos preocupa
la situación económica mundial de los próximos años.
Ayuda a los expertos en economía a encontrar salidas
viables y solidarias para el conjunto de nuestros pueblos,
especialmente de los pueblos más pobres
y con menos medios para superar esta situación.
También te presentamos los campos de refugiados,
y todos los que malviven en ellos.
Señor, tu conoces sus precariedades.
No permitas que esta pandemia pueda llegar a cebarse
en ellos, los más pobres y abandonados,
ni en los sin techo que viven en nuestras calles,
ni en los presos confinados en nuestras cárceles.
Señor,
te pedimos por nuestros gobernantes.
Haz que tengan la sabiduría que viene de ti
para que acierten en las decisiones que tomen,
y que sean sensibles al dolor de tantas familias
que sufren la enfermedad o la muerte
de sus seres más queridos.
Que no tengan intereses espurios
y que solo los mueva el servicio desinteresado.
Padre,
te pedimos por todos los difuntos de esta pandemia.
Acógelos en tu abrazo amoroso y tierno
de madre cariñosa con entrañas de misericordia.
Que descansen en tu paz
y que gocen de tu presencia para siempre.
También te pedimos por sus familiares:
dales tu consuelo y tu cariño para que,
después de esta prueba tan dura,
vuelvan a mirar la vida con esperanza.
Padre,
finalmente te pedimos por nosotros.
Haz que esta experiencia tan difícil
por la que ahora pasamos la sepamos aprovechar
para que en el futuro vivamos la vida con sentido,
para que sepamos rechazar todo lo que es superfluo,
para que hagamos nuestra
la experiencia salvadora de tu Hijo Jesucristo
y así, conociéndolo, amándolo y siguiéndolo
como discípulos que quieren vivir su Evangelio,
cumplamos tu voluntad de que nuestro mundo
sea de verdad el Reino que tú has soñado para nosotros.
Amén.
Josep Jiménez Montejo
Consiliario del MTCE
Senyor,
a tu venim en aquests moments foscos i durs.
A tu venim a explicar-te el dolor i la mort
que causa la pandèmia que delma als nostres pobles.
I posem en la nostra boca les paraules del salmista:
“Digues al Senyor: Ets la muralla on m’emparo,
el meu Déu, en qui confio. Ell et guardarà...
del flagell de la pesta... trobaràs refugi sota les seves ales...
No et farà por la basarda de la nit...
ni la pesta que ronda en la fosca,
o l’epidèmia que a migdia fa estralls” (Sal 91,2-6).
Senyor,
en tu confiem en aquests moments
en què tants germans i germanes nostres,
tan febles, viuen en la seva carn
el dolor de la Passió i Mort de Jesucrist, el teu Fill.
Senyor,
a tu venim per a donar-te gràcies
per tants germans i germanes nostres
que posen al dia la Resurrecció del teu Fill estimat,
lliurant-se amb totes les seves forces per a alleujar tant de dolor.
Et donem gràcies per tots els professionals de la medicina,
per tots els que treballen als hospitals,
pels qui cuiden la gent gran malalta a la llar,
pels pares i avis que, amb paciència,
expliquen als seus fills petits aquesta situació.
Pels joves que maduren assumint aquesta experiència,
i treuen d'ella conseqüències de futur.
Et donem gràcies per tots els empleats públics
i funcionaris dels nostres països i ciutats
que ens fan més suportable la vida i la convivència.
Et donem gràcies pels treballadors que fan
que funcionin els transports públics,
que hi hagi medicaments en les farmàcies
i aliments a les botigues i en els mercats.
I et donem gràcies pels treballadors i treballadores
que ens faciliten la vida en aquests temps de reclusió,
i pels qui continuen treballant des de casa seva.
Sí, et donem gràcies per tantes mostres de solidaritat
i per la responsabilitat i serietat
amb la qual tants ciutadans afronten aquesta realitat tan difícil.
Senyor,
ens fa por el futur, i les conseqüències econòmiques
que es derivaran d'aquesta pandèmia
que està afectant tants i tants països.
Ens preocupen els llocs de treball que es perdran,
els treballadors i treballadores
que veuran conculcats els seus drets laborals,
o que veuran reduït el seu poder adquisitiu,
els pobres i empobrits
que hauran de recórrer als serveis socials,
els petits empresaris que hauran de començar de nou.
Senyor,
també ens preocupa
la situació econòmica mundial dels pròxims anys.
Ajuda als experts en economia a trobar sortides
viables i solidàries per al conjunt dels nostres pobles,
especialment dels pobles més pobres
i amb menys mitjans per a superar aquesta situació.
També et presentem els camps de refugiats,
i tots els que malviuen en ells.
Senyor, tu coneixes les seves precarietats.
No permetis que aquesta pandèmia s’acarnissi amb ells,
els més pobres i abandonats,
ni en els sense sostre que viuen als nostres carrers,
ni en els presos tancats en les nostres presons.
Senyor,
et demanem pels nostres governants.
Fes que tinguin la saviesa que ve de tu
perquè encertin en les decisions que prenguin,
i que siguin sensibles al dolor de tantes famílies
que sofreixen la malaltia o la mort
dels seus éssers més estimats.
Que no tinguin interessos espuris
i que només els mogui el servei desinteressat.
Pare,
et demanem per tots els difunts d'aquesta pandèmia.
Acull-los en la teva abraçada amorosa i tendra
de mare afectuosa amb entranyes de misericòrdia.
Que descansin en la teva pau
i que gaudeixin de la teva presència per sempre.
També et demanem pels seus familiars:
dona'ls el teu consol i el teu afecte perquè,
després d'aquesta prova tan dura,
tornin a mirar la vida amb esperança.
Pare,
finalment et demanem per nosaltres.
Fes que aquesta experiència tan difícil
per la qual ara passem la sapiguem aprofitar
perquè en el futur visquem la vida amb sentit,
perquè sapiguem rebutjar tot el que és superflu,
perquè fem nostra
l'experiència salvadora del teu Fill Jesucrist
i així, coneixent-lo, estimant-lo i seguint-lo
com a deixebles que volen viure el seu Evangeli,
complim la teva voluntat que el nostre món
sigui de debò el Regne que tu has somiat per a nosaltres.
Amén.
Josep Jiménez Montejo
Consiliari del MTCE
Per si alguna persona es vol adherir
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dilluns, 23 de març del 2020
dijous, 19 de març del 2020
dimarts, 17 de març del 2020
L'oportunitat de viure la quaresma
CORONAVIRUS: UNA OPORTUNIDAD PARA SECULARIZAR LA CUARESMA
Xavier Casanovas. Hace tiempo que trato de hacer apología de la necesidad de secularizar la Cuaresma. Por razones evidentes, nuestras sociedades occidentales han ido tomando cada una de las celebraciones religiosas y adaptándolas al calendario secular: la Navidad se ha convertido en la adoración al dios del consumo; la Pascua en una rendición al pecado de la gula; las Fiestas Mayores, consagradas históricamente a la devoción piadosa de los patrones de los pueblos, en la entrega a una fiesta sin fin. Y en algunos casos, podemos llegar a afirmar que no se ha perdido el sentido del todo.
Ahora bien, es evidente que una sociedad capitalista como la nuestra llenará de nuevos significados sólo lo que la beneficia -fiesta, desmesura, crecimiento- y rechazará y reducirá a la insignificancia todo lo que pueda llegar a cuestionarla. No nos engañemos, la Cuaresma, ni es sexy ni hará ganar dinero a nadie. Por eso podría convertirse en una poderosa arma de combate.
Como nos recuerdan a menudo profetas contemporáneos como Jorge Riechmann, el decrecimiento llegará, sea voluntariamente o por la fuerza. Y puestos a elegir, y por el bien de los que siempre acaban pagando los platos rotos, mejor que sea por las buenas. Pero es aquí donde surge la gran pregunta: ¿qué pulsión podrá acompañar la necesaria transición que se impone hacia un estilo de vida desacelerado y no compulsivo? ¿Qué voluntad será capaz de negarse a querer más, tener más, correr más y no ser percibida como una extravagancia? ¿Qué sentido ascético no será vivido como una limitación impuesta de un deseo insaciable? En sociedades secularizadas, donde la Cuaresma, que no es ni más ni menos que la preparación del cuerpo y el espíritu para poder hacerse consciente de lo que es una vida auténtica, tiene cada vez menos adeptos, ¿encontraremos una versión secular que nos impulse a opciones de vida (aunque sea durante una temporadita al año) no autodestructivas?
Pues como parece que esta reflexión llega tarde o no ha querido ser oída antes, lo que podría haber sido voluntariamente, ahora será por la fuerza. La situación creada por el coronavirus es el ejemplo paradigmático. Está obligando a los gobiernos a medidas drásticas de confinamiento. Quisiera imaginar que de manera necesaria, aunque hay quien legítimamente especula con doctrinas del shock y estados de excepción permanentes. Interrupción de la vida laboral y escolar, cancelación de vuelos y viajes, y como consecuencia de ello una economía en caída libre, actividad productiva estancada,… ¿No es exactamente eso lo que vendría a ser una Cuaresma inevitable?
Ahora que nos hemos visto obligados, hagamos de la necesidad virtud y pensemos de qué manera, vivir con menos, buscar el silencio, detenernos, querer el decrecimiento (con el consiguiente impacto positivo a nivel ambiental) podría ser también una opción vital válida, y probablemente la única posible. Podríamos, a partir del próximo año, recordando el aprendizaje que habrá significado esta crisis del coronavirus, y que tarde o temprano terminará, reconocer que por unas semanas abrimos los ojos y se nos hizo evidente -porque lo habíamos olvidado, y sin memoria el progreso no son más que escombros que dejamos atrás que diría Benjamin- que nuestro horizonte es finito, que no somos realidad virtual sino cuerpo físico que sufre y se agota, que no hay futuro sin un presente consciente de sus límites y que la peor de las tentaciones que tenemos como seres humanos son la desmesura y el espejismo del dominio total. Porque recordemos: somos polvo, y en polvo nos convertiremos.
Si la Cuaresma cristiana culmina con la alegría de la Pascua, esta cuaresma secular y forzada nos llevará, claramente, hacia el gozo de la vida solidaria y austera, respetuosa con la naturaleza, una vida humilde y sobria que es condición de posibilidad y garantía de una vida plena.
CORONAVIRUS: UNA OPORTUNITAT PER A SECULARITZAR LA QUARESMA
Xavier Casanovas. Fa temps que miro de fer apologia de la necessitat de secularitzar la Quaresma. Per raons evidents, les nostres societats occidentals han anat agafant cadascuna de les celebracions religioses i adaptant-les al calendari secular: el Nadal s’ha convertit en l’adoració al déu del consum; la Pasqua en una rendició al pecat de la gola; les Festes Majors, consagrades històricament a la devoció pietosa dels patrons dels pobles, en l’entrega a una festa sense fi. I en alguns casos, podem arribar a afirmar que no se n’ha perdut el sentit del tot.
Ara bé, és evident que una societat capitalista com la nostra omplirà de nous significats només allò que la beneficia -festa, desmesura, creixement- i rebutjarà i reduirà a la insignificança tot allò que pugui arribar a qüestionar-la. No ens enganyem, la Quaresma, ni és sexy ni farà guanyar diners a ningú. Per això podria convertir-se en una poderosa arma de combat.
Com ens recorden sovint profetes contemporanis com Jorge Riechmann, el decreixement arribarà, sigui voluntàriament o a la força. I posats a escollir, i pel bé dels que sempre acaben pagant-ne els plats trencats, millor que sigui per les bones. Però és aquí on sorgeix la gran pregunta: ¿quina pulsió podrà acompanyar la necessària transició que s’imposa cap a un estil de vida desaccelerat i no compulsiu? ¿Quina voluntat serà capaç de negar-se a voler més, tenir més, córrer més i no ser percebuda com una extravagància? ¿Quin sentit ascètic no serà viscut com una limitació imposada d’un desig insaciable? En societats secularitzades, on la Quaresma, que no és ni més ni menys que la preparació del cos i l’esperit per a poder fer-se conscient del que és una vida autèntica, té cada cop menys adeptes, ¿trobarem una versió secular que ens impulsi a opcions de vida (ni que sigui durant una temporadeta a l’any) no autodestructives?
Doncs com sembla que aquesta reflexió arriba tard o no ha volgut ser escoltada abans, el que podria haver estat voluntàriament, ara serà per la força. La situació creada pel coronavirus n’és l’exemple paradigmàtic. Està obligant als governs a mesures dràstiques de confinament. Voldria imaginar que de manera necessària, tot i que hi ha qui legítimament especula amb doctrines del xoc i estats d’excepció permanents. Aturada de la vida laboral i escolar, cancel·lació de vols i viatges, i com a conseqüència d’això una economia en caiguda lliure, activitat productiva estancada,… No és exactament això el que vindria a ser una Quaresma inevitable?
Ara que ens hi hem vist obligats, fem de la necessitat virtut i pensem de quina manera, viure amb menys, buscar el silenci, l’aturada, el decreixement (amb el consegüent impacte positiu a nivell ambiental) podria ser també una opció vital vàlida, i probablement la única possible. Podríem, a partir de l’any vinent, tot recordant l’aprenentatge que haurà significat aquesta crisi del coronavirus, i que tard o d’hora acabarà, reconèixer que per unes setmanes vam obrir els ulls i se’ns va fer evident -perquè ho havíem oblidat, i sense memòria el progrés no són més que runes que deixem enrere que diria Benjamin- que el nostre horitzó és finit, que no som realitat virtual sinó cos físic que pateix i s’esgotà, que no hi ha futur sense un present conscient dels seus límits i que la pitjor de les temptacions que tenim com a éssers humans són la desmesura i el miratge del domini total. Perquè recordem-ho: som pols, i en pols ens convertirem.
Si la Quaresma cristiana culmina amb l’alegria de la Pasqua, aquesta quaresma secular i forçada ens portarà, clarament, cap al goig de la vida solidària i austera, respectuosa amb la natura, una vida humil i sòbria que és condició de possibilitat i garantia d’una vida plena.
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