dissabte, 31 de maig del 2014

Cansats i cansades...



 

Cansada del emprendimiento

Lourdes Zambrana. Continuamente escucho y leo en los medios de comunicación ejemplos de personas que con la crisis han optado por crear sus propios negocios, personas emprendedoras que han decidido inventar su propia salida a la crisis. Con todo mi respeto y mi admiración para estas personas que hartas de buscar y buscar, deciden inventar, el emprendimiento encierra una peligrosa trampa ideológica: la idea de que la salida de la crisis es individual, no colectiva, y que saldrán adelante los más valientes y los más válidos. Si no sales adelante es por que no vales. Los medios de comunicación repiten y repiten ejemplos de emprendedores, en las administraciones públicas y las entidades sociales se multiplican los cursos para emprendedores, y las entidades bancarias abren líneas de micro créditos para estas iniciativas. Como siempre, en el contexto neoliberal, una idea se repite y se repite hasta la saciedad, hasta que nos cala y nos inunda y se nos hace propia cuando no es más que un axioma -a veces incluso hasta una mentira- repetido hasta el hartazgo y hasta que se convierte verdad.

La salida de la crisis será colectiva o no será. La salida de la crisis será con propuestas alternativas o no será. El triunfo de Podemos en las recientes elecciones europeas es un signo de que cada vez más personas están convencidas de ello. El individualismo es un torpedo en la línea de flotación de la solidaridad. Y el emprendimiento está impregnado de individualismo. No es esto una acusación de individualismo a los emprendedores y emprendedoras que solo quieren salir a flote en este naufragio, cosa totalmente comprensible y alabable, es una reflexión sobre lo que esconde la idea, sobre el trasfondo ideológico de esta propuesta, que actualmente se presenta como la única salida viable.

O buscamos salida para todos y todas, o esto no habrá valido la pena. Por encima del individualismo y la meritocracia, debemos dejar claro que la crisis no tiene causas individuales, sino que es consecuencia de una gran estafa, y que la salida ha de ser colectiva, no individual. Una salida donde nos salvemos todos y todas, por que a todos y todas nos está afectando esta crisis, nos está haciendo perder derechos, poder adquisitivo, y la ilusión de que otro mundo era posible. Y esto es compatible con que algunas personas sean emprendedoras e inventen su salida a la crisis, pero en un contexto de lucha colectiva, de reivindicación colectiva, sin dejarnos calar por los repetidos mensajes de individualismo, defendiendo, hoy más que nunca, que otro mundo sí es posible, pero solo si lo hacemos entre todos y todas, donde quepamos todos y todas.

(Lourdes Zambrana es diplomada en Trabajo Social, licenciada en Ciencias Políticas y diplomada en Ciencias Religiosasla. Trabaja en la Fundación Mambre que atiende a personas sin techo, en el programa de Inserción Laboral